Padres de chicos especiales de Río Grande reclaman deterioro de escuela especial y falta de políticas integradoras para los egresados

Padres de jóvenes que asisten a la Escuela Especial 2 de Río Grande, “Casita de Luz” aseguraron que la institución “no tiene” un espacio donde las personas que egresan puedan “seguir integrándose” a la sociedad y que además el estado actual del edificio es de “abandono”.

A la institución asisten de lunes a viernes, más de 180 personas cuenta según los padres de los estudiantes con los “baños deteriorados” y en estado de “desidia” debido a la “falta de mantenimiento” y que pese a haber realizado reclamos los ministerios de Educación y de Obras Públicas no “prestan importancia”. Agregaron también que no cuentan con los elementos básicos de limpieza y que los maestros y personal de maestranza sacan de sus bolsillos para comprar los elementos de higiene.

Los responsables de los jóvenes que padecen discapacidad aseguraron que hace “más de cuatro años” que piden reunirse con las supervisoras de Escuelas Especiales que ocuparon ese cargo, pero ninguno les responde “coherentemente”.

“¿Qué pasará con nuestros hijos?”

“¿Qué pasará con nuestros hijos?” ese es el común interrogante de los padres de las personas que asisten al establecimiento educativo especial “Casita de Luz”porque, cuando llegan a la edad de 18 años, ya no pueden concurrir más a la escuela y en Tierra del Fuego “no hay talleres para personas con distintas discapacidades”.

Los chicos con discapacidades “no tienen ningún futuro”, enfatizaron los progenitores porque en la ciudad “no hay nada para que ellos puedan seguir integrándose a la sociedad”.

“¡Queremos una oportunidad para nuestros hijos!”

Agregaron en forma de súplica que “sólo” piden “una oportunidad" para sus hijos, porque su futuro es “incierto" dado que no hay continuidad en el sistema educativo, ni de sociabilización.
“Ya no sabemos a quién recurrir” recalcó Marcelo (padre una chica de 17 años) por la problemática de discapacidad, “queremos una solución lo antes posible” dado a que este año son ocho chicos más que se van a egresar y a partir de ese momento a “quedarse en su casa” sin poder continuar el proceso de integración